La pureza del aire es fundamental para muchas operaciones, por ello, una de las preguntas más importantes que uno debe hacerse a la hora de adquirir un compresor nuevo es “¿Cuáles son las consecuencias de la contaminación en mi aplicación?”.
Pese a que los compresores inundados con aceite y exentos de aceite funcionan de manera similar, la pureza del aire entregado no es la misma. En el caso de los compresores de tornillo inundado, la cámara de compresión contiene aceite, el cual actúa como lubricante, sellador y refrigerante, lo que puede llegar a provocar el arrastre de aceite.
Los compresores libres de aceite no usan este fluido en la cámara de compresión, a menudo usan sincronizaciones con poca tolerancia entre los lóbulos del rotor. De esta forma, no entra aceite en la corriente de aire. Debido a que el aire comprimido entra en contacto directo o indirecto con los productos fabricados, muchas industrias no toleran la presencia de aceite en el producto final. Y en muchas operaciones, incluso una pequeña cantidad de aceite podría tener efectos perjudiciales.
El uso de compresores sin aceite ayuda a evitar:
- Poner en riesgo la salud y la seguridad de los productos finales.
- Daños al equipo.
- Tiempo de inactividad no planificado.
- Costos financieros imprevistos.
El uso de tecnología libre de aceite ayuda a garantizar la calidad del producto final y a eliminar la posible contaminación. Además de esto, es adecuado para muchas aplicaciones farmacéuticas y ayuda a los fabricantes a cumplir con las regulaciones de la industria al proporcionar aire puro.
Aire comprimido libre de aceite
La Organización Internacional de Normalización (ISO) da una definición clara de calidad del aire utilizando las clases ISO 8573.1 para aire comprimido. El grado de pureza del aire requerido varía según el proceso y el riesgo de cruce asociado. Cuanto menor sea la Clase, menor será la concentración de aceite contaminante en el aire comprimido y menor el riesgo de otros contaminantes.
La calidad del aire se divide en seis clases de tres tipos de contaminantes: sólidos, humedad y agua líquida, y aceite. La filtración puede eliminar partículas sólidas (como polvo o escamas de tuberías). La humedad y el agua líquida se pueden eliminar con secadores de aire comprimido. El aceite (líquido y vapor) se puede eliminar mediante filtración de aceite coalescentes y filtros de adsorción de vapor de carbón activado (carbón vegetal).
Las aplicaciones sin aceite siempre requieren clases de calidad “1” o “0” para la concentración total de aceite. Menos de 0,01 mg/m³ (Clase Uno) es la especificación más común.
Si una planta desea especificar una concentración de aceite más baja, entonces la especificación es Clase 0. Es importante tener en cuenta tanto el líquido como el vapor al diseñar el sistema de aire comprimido. No solo se debe eliminar el aceite líquido, sino que también se deben tener en cuenta los vapores de aceite.